El pasado fin de semana nos visitaron nuestros grandes amigos de Berlín Discover Kinbaku (Alexander Ma y Natasha NawaTaneko) 🙂
Vinieron a nuestro Dojo a impartir su curso de kinbaku: Elements of Semenawa. Nos hace muchísima ilusión que hayan sido ellos los primeros profesores internacionales que vienen a enseñar al dojo. Les tenemos un cariño enorme y nos parecen de las parejas de shibari con más nivel de occidente. Tanto en técnica como en pasión por lo que hacen.
Les recogimos del aeropuerto el viernes y nos fuimos directos al dojo. Después de charlar un rato y terminar de preparar el dojo para el curso, nos fuimos a dormir. Al levantarnos, fuimos a desayunar al tradicional bar de enfrente con los alumnos. 🙂 Tras coger fuerzas, nos subimos al dojo para empezar puntuales.
El primer día estuvo dedicado a formas con las piernas cerradas. Alexander y Natasha rápidamente nos dejaron con la boca abierta con sus «simples demos» y su filosofía.
Nos hablaron del ma, de tomar distancia, de aprender los tiempos, de saber separarnos y esperar el momento. Nos enseñaron a ser vulnerables en las cuerdas, a entender nuestros cuerpos y a aceptar el desafío del semenawa. Y nos enseñaron que cada cuerda cuenta, cada nudo cuenta, cada suspiro cuenta. Lo que define el momento es la intencionalidad.
Me gusta mucho de ellos que son muy humildes e íntegros. No se guardan el conocimiento para ellos, intentan compartirlo con los demás siempre que pueden y no buscan aprovecharse de nadie. También me gusta que no son dogmáticos. Y se preocupan porque los demás consigan una buena experiencia, sea cual sea su nivel.
Tras un día de curso intenso, preparamos el dojo para su performance. Abrimos las puertas a gente de fuera y colocamos los focos. Natasha y Alexander hicieron un show que nos dejó del revés. Tan inspirador y real que se nos saltaron las lágrimas a varios. Natasha estaba espectacular, ese tipo de belleza que no puedes capturar en el tiempo.
El domingo comenzamos un día de curso todavía más intenso que el anterior. Este día de curso Alexander y Natasha lo dedicaron a las formas con piernas abiertas. Natasha animó al grupo a seguir aplicando sus técnicas somáticas de sentir el cuerpo en las cuerdas.
Al fin los atadores entendieron (después de tirar de ellos mucho :P) que debían sentarse y dar tiempo a sus modelos y algo en la sala cambió. El ambiente se volvió denso, se oían gemidos por todas partes, melenas alborotadas, gemelos temblorosos… la verdadera belleza del semenawa empezó a aparecer. O como Natasha decía «things are happening».
El corazón no me cabía en el pecho. Me llena de emoción ver a modelos adentrándose en ese umbral de abandono tan vulnerable por primera vez. Para mí es el mayor regalo del mundo. Estamos super orgullosos del trabajo que hicieron nuestros alumnos en el curso. Solo por ese momento, ya ha merecido la pena construir el dojo.
Queremos dar las gracias de nuevo a Alexander y Natasha por compartir con nosotros su sabiduría. A Alexander por ser un atador increíble a todos los niveles con una generosidad inmensa. Y a Natasha por ser una de las modelos de kinbaku que mejor educación imparte y por ser uno de los seres más sensibles que he conocido nunca. Os queremos mucho.
Volverán. Próximamente. 🙂