«Hablemos de la importancia de la Tensión» por NawaTaNeko

Algunas reflexiones sobre la Tensión – mensaje de los modelos a sus atadores

«Hace poco fui atada en clase por un alumno, y me llamó la atención lo importante que es aplicar la tensión correcta cuando nos atan. Le di a ese alumno mi feedback al final de la clase, y mi atador/pareja dijo que debería escribir sobre ello, desarrollarlo en forma de ensayo y publicarlo, así que aquí está. 

La tensión es una habilidad fundamental en el shibari, una habilidad crucial que marca la diferencia entre “reproducir un arnés en un cuerpo” y atar realmente a una persona. Un buen atador es consciente de la tensión que usa y utiliza su efecto sobre el cuerpo del modelo con intencionalidad. 

La tensión tiene dos funciones principales: 

  • La función técnica: atar con una tensión en las cuerdas uniformemente distribuida y con la cantidad correcta de tensión hace que la atadura sea sostenible y segura. ¡Dejad de echarnos la culpa a los modelos de que no podemos soportar vuestros futomomos y trabajad en vuestras tensiones! 🙂 ¡No hace falta decir que en un takate kote o strappado/armbinder, la correcta tensión de las cuerdas es fundamental para que la atadura sea segura para nuestros nervios! 
  • La función comunicativa: la tensión es una herramienta de comunicación principal. Nuestra intencionalidad y emociones se transmiten a través de la tensión de la cuerda. Al igual que un comunicador que varía y ajusta su tono de voz y ritmo durante un discurso. Si eres bueno en tu oratoria, la gente te escuchará. Lo mismo en el shibari, si eres bueno en la tensión, tu modelo podrá seguir tu intencionalidad y saber lo que quieres transmitirle. 

Empieza a ver la tensión como un elemento constructivo fundamental de la atadura

Lograr la cantidad correcta de tensión es importante: ni demasiada tensión, ni demasiado poca. A veces en ataduras más complejas donde usamos varias cuerdas (como un takate kote o strappado/armbinder) debemos fijarnos en que algunas partes tienen que estar tensas y otras sueltas. Eso es a lo que hay que prestar atención en clase. No solo a la construcción de la atadura, sino también a su tensión. Pregúntale al profesor qué hace para que la tensión sea la correcta. Pregunta al modelo del profesor cómo experimenta y siente la tensión. Acércate y toca el arnés (pidiendo permiso primero), tira de las líneas, siente la tensión en tus dedos… Este no es el momento para ser tímido 🙂 Solo cuando consigas la tensión correcta y te funcione en diferentes personas, podrás decir que ”conoces” una atadura. 

Sé consciente de tu cuerpo

La tensión no se crea en tus dedos, sino en tu “hara”, en tu centro o core. En esencia (o eso pienso), es tu deseo por la persona a la que estás atando lo que dejas salir y lo que le comunicas, a través de la tensión. Tu cuerpo (tus músculos, tu torso) necesita estar relajado para transmitir tus emociones desde tus entrañas a través de tu pecho y tus brazos, a la cuerda como una extensión de ti. Un cuerpo rígido detiene el flujo de comunicación tanto en atadores como en modelos. Si tú mismo estás tenso, no puedes transmitir esa estabilidad que hace que nosotros (modelos) podamos estar relajados, no puedes transmitir emociones, no puedes ejecutar tu poder. Un cuerpo rígido no es poderoso. Ve más despacio. Mientras haya cuerda bajo tensión en nuestro cuerpo, no nos aburriremos, ¡créeme! Siempre tienes tiempo para pararte, respirar y relajar los hombros. 

Mantén una tensión constante cuando atas

Como modelos de cuerdas, cuando sentimos la tensión, podemos confiar y dejarnos llevar. Sentimos la confianza, sentimos que sabes lo que haces. Y ese momento podemos confiar y soltar nuestro control. Si la tensión no es constante, se siente molesta, entrecortada, eso nos informa que no podemos confiar en la experiencia: nuestros cuerpos se tensan de forma natural, intentando recuperar el control de la situación. 

Piensa en un abrazo: ¿cómo abrazamos cuando lo hacemos de verdad? O piensa en un masaje. Cuando das un masaje, tienes que mantener el contacto estable y constante con el cuerpo, es una de las habilidades fundamentales. No tocas a la persona y al momento te retiras, cortando el flujo de relajación. Eso dificulta su confianza y entrega a tu tacto durante el masaje. Esto es lo mismo. 

Da la tensión correcta desde el principio

Ponerse a retensar cuerdas una vez hecha la atadura nunca funciona. Si alguna vez has hecho tortitas en la sartén, imagínate esas tortitas que has jodido, que intentas “arreglar” y nunca quedan bien. Lo mismo con volver a tensar el arnés cuando ya está atado. Es absurdo. Desátalo, vuelve a atarlo todo. Perderás tiempo, pero conservarás tu dignidad. 

Aprende y practica correctamente

Practica la tensión con personas, no con muebles. Supongo que hay algunos elementos del shibari que se pueden practicar en sillas, etc., ¡pero no la tensión! Aprende la tensión de una buena formación presencial, no de libros ni vídeos, y presta atención a los movimientos corporales de tus profesores. Además: comprueba las marcas de cuerdas en tu modelo después de atar, ¡nos ofrecen mucha información! 

Recuerda: atar depende de lo buena que sea la tensión apliques, igual que la fotografía depende de la luz. Eso es lo que marca la diferencia entre una gran atadura y una que simplemente parece que está bien. Y siempre, siempre pídele a tu modelo que te dé su opinión sobre la tensión. Apreciamos de corazón tus esfuerzos por mejorar.» 


Esta es la traducción al castellano por Margot del texto «On tension» publicado por Natasha NawaTaNeko en su blog Somatics for Rope Bottoms. Puedes leer el texto original en inglés aquí. 🙂

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