El pasado fin de semana fue muy intenso. Muuuy intenso. Nos despertamos el lunes con un millón de agujetas y moretones y las endorfinas que se nos salían por la boca… Y es porque nos visitaron por primera vez Riccardo Wildties y Red Sabbath (Italia) a Madrid para dar un workshop avanzado de 3 días de introducción a Naka Ryu y realizar una performance maravillosa. 🙂
Riccardo es seguramente uno de los occidentales con más conocimiento y técnica en kinbaku que existen. Además, lleva desde años formándose como deshi de Akira Naka y adaptando su estilo de Semenawa de una forma más segura. Nos inspiró mucho poder compartir estos días junto a él y su compañera Red Sabbath (y modelo increíble <3) tanto dentro como fuera del workshop. Riccardo es también un gran profesor, así que hemos adquirido mucho conocimiento que vamos a tener que procesar durante bastante tiempo.
Este era el primer bloque de una serie de tres niveles creados por Riccardo y Red Sabbath de introducción al estilo de Akira Naka. Su estilo es duro, busca captar la belleza del sufrimiento y el tormento y para ello lleva el cuerpo de la persona atada a posiciones estresantes y usa el tiempo para generar más discomfort. Su estética se caracteriza por las torsiones, los arqueos de espalda y las compresiones y unas líneas lo más limpias posibles que resalten la figura antes que la cuerda. Durante el workshop no faltaron gemidos, soplidos, temblores y lágrimas que resonaban por toda la sala (incluyendo los míos!).
En un curso tan demandante técnica y emocionalmente para atadores y modelos se demuestra cuanto conocimiento tiene la persona atante del cuerpo de la persona atada y cuanta confianza real existe entre ambas partes. Como modelo necesitas una confianza enorme para afrontar ataduras complejas que te llevan más allá de tus límites mentales y te sacan continuamente de tu zona de confort y por supuesto confianza para sentirte seguro a nivel físico en las cuerdas de la otra persona sin miedo a lesionarte. Esta es una de las razones por las que estoy tan enamorada de este estilo, no se trata de crear posturas acrobáticas ni patrones complejos sino de, como dijo Riccardo, escalar una montaña juntos. Es por eso que este curso ha sido uno de los más intensos para mí tanto a nivel físico como emocional me siento mucho más unida a Zor que antes. 🙂
Recogimos a Riccardo y Red Sabbath en el aeropuerto el jueves por la noche y nos fuimos a cenar tranquilamente a un sitio maravilloso, gracias a eso pudimos conocerles mejor y relajarnos antes del curso. Contamos con Spansul como traductor durante el workshop, que es una de las personas con más conocimiento teórico de Shibari de España, que hizo una pasada de traducción y le estamos muy agradecidos por ello. Comenzamos el viernes con el takate kote de Naka y algunas figuras básicas que, con pequeños ajustes, permiten crear torsiones increíbles muy clásicas de su estilo. Lo mejor de todo es que cada pareja consiguió con los mismos ejercicios crear estéticas diferentes y dinámicas superbonitas.
Esa misma noche iban a hacer su performance Wildties y Red Sabbath. Así que mientras ellos se cenaban y se preparaban reorganizamos el espacio, colocamos los focos, montamos un escenario y apagamos las luces. Una hora antes el público comenzó a llenar la sala y a sentarse alrededor, se les veía curiosos y emocionados. Entonces ambos salieron a escena e hicieron un show que dejó a todo el mundo sin palabras. Con pocas transiciones, sin acrobacias, con un estilo de cuerdas muy clásico, nos hicieron presentes de su tormento y sufrimiento con una belleza que es difícil de olvidar. Tienen una conexión que solo se consigue tras años y años de trabajo y amor, y les agradecemos un montón que aceptaran realizar su show íntimo para nosotros.
El sábado Red Sabbath nos animó a hacer una serie de ejercicios de calentamiento específicos para el Shibari. Nos vinieron superbien para activar el cuerpo y prepararnos para los ejercicios bastante duros que haríamos ese día. También nos dio unos consejos supervaliosos para gestionar el dolor en Semenawa que espero poder traducir pronto! Recibir información orientada a modelos es algo que valoro muchísimo en un curso y está tan olvidado… Y viniendo de una modelo profesional como ella lo aprecio todavía más. Otra cosa que me pareció interesante ese día fue que hicimos un ejercicio solo orientado a provocar emociones, construir estados mentales y trabajar con los tiempos sin necesidad de levantar el culo de la modelo del suelo. Aspectos superimportantes en el estilo de Naka y que nos ayudarán a tener mejores sesiones de cuerdas con el mágico «haz menos, di más».
Terminamos el día de la mejor forma posible cenando en un asador con Riccardo y Red Sabbath entre muchas risas y anécdotas. 😛 El domingo estaban ya atadores y modelos destruidos después de dos días de transiciones avanzadas y Semenawa… Por eso volvimos a hacer un poco de calentamiento para activarnos. El primer ejercicio ya fue muy intenso y logramos transiciones bastante complejas y dinámicas. Fue genial ver la evolución de la gente desde el primer día hasta ese, se les veía pese al cansancio mucho más entusiasmados y confiados que antes. Ver por ejemplo a nuestra alumna Claudia, que lleva solo un año y medio atando, haciendo transiciones bonitas de forma fluida y segura fue algo que me llenó de amor. <3 Después hicimos un gyaku ebi que seguramente fue el ejercicio más duro de todo el workshop… Lo amo, me parece suuuperbonito e intenso pero sabía que sería un reto enorme para mí porque mi espalda no es muy flexible. Pero estoy orgullosa de los resultados que conseguimos y de lo mucho que puedo confiar en mi atador para encontrar el balance entre el «puedo ir un poco más allá contigo» o «este es mi límite». 🙂 El curso incluso se hacía más ameno de lo habitual porque en la comunidad de Shibari de Madrid todos somos amigos, no tenemos egos y nos llevamos genial así que el ambiente ayudaba a relajarse y dejarse llevar más fácilmente.
Para terminar Riccardo propuso un ejercicio «simple para que las modelos puedan descansar» porque estábamos ya por los suelos todos. Y de hecho la mitad obviamente ya ni pudieron hacerlo porque estaban demasiado cansados. Así que no sé muy bien cómo terminé en por los menos 10 transiciones con torsiones, arqueos y compresiones de todo tipo, con una roca colgando de la pierna y medio desnuda en medio del workshop entre lloros y risas pero Zor y yo nos lo pasamos genial y fue un cierre perfecto del curso! Al terminar salimos corriendo a llevarles de vuelta al aeropuerto para su vuelta a Italia. Echaremos de menos nuestras cenas y estamos muy contentos de haberles podido conocer mejor.
Por último, queremos agradecerles toda su dedicación, enseñanzas, paciencia, inspiración y esfuerzo por traer este estilo que aman. Están más que invitados a Madrid cuando quieran, nuestra comunidad de cuerdas les recibirá con los brazos abiertos. ¡Hasta pronto!
Margot 🙂
Comment(1)
Rafi says:
20 diciembre, 2018 at 13:10Buenas. He tenido increíbles experiencias con el kimbaku y el shibari por parte de mi pareja, pero ya no está. Y lo hecho terriblemente de menos. Flotar, sentir que estás en manos de otro y no pensar. Me gustaría poder conocer gente que entienda estas sensaciones y conocer a otro/a rigger con quien poder volar. Un saludo